Si has sido una de las elegidas, tendrás la suerte de acompañar a la novia de una manera muy especial en su día.
Las damas de honor tienen un pequeño papel protagonista el día de la boda de la pareja, y es que acompañan a la novia en el momento de la ceremonia. Por supuesto que ese no es su única tarea ya que durante todo el año han estado ayudando a la novia y además, el día de la celebración, se encargan de ciertas cosas.
Las damas de honor son totalmente opcionales, puedes tener o no. Lo que más llamativo resulta suelen ser los vestidos, pues en muchas bodas observamos que todas las damas van con el mismo vestido. En otras bodas vemos que comparten tela pero la forma del vestido varía en función de la invitada.
En cuanto al color, éste es elegido por la novia en consenso con las amigas. Normalmente, el color va en sintonía con los detalles que tenga el vestido de la novia. Es decir, si ella lleva botones azules, los vestidos de las damas de honor serán azules. En caso de que la novia no lleve ningún detalle en color, éste puede ser cualquiera.
En relación a las ‘’tareas que deben hacer’’ las damas de honor, va a depender de la ayuda y la implicación que pongáis vosotras y la novia. Normalmente, durante el día de la boda, las amigas son las encargadas de repartir el arroz, colocar a las personas, sujetar cuando sea necesario el ramo, colocar la cola del vestido… Al final se trata de cuidar los pequeños detalles en los que la novia ese día no puede prestar atención.
Previo a la boda, estas damas ayudan con todos los preparativos a la novia. Aconsejan, ayudan y forman parte del proceso tan bonito y, a veces arduo, que conlleva la organización de una boda.
Por supuesto que todo lo que nombramos es opcional, nada obligatorio. Tenéis que hacer y actuar como mejor os parezca a vosotros.