Ya llega el veranito y con ello las bodas de nuestras amigas.


El vestido para la novia es especial pero para tí como invitada también. Antes de elegir el vestido tienes que tener en cuenta si la boda se celebrará de día o de noche. En función de esto, si sigues el protocolo, hay tipos de vestidos que no podrás llevar si la boda se celebra de día, por ejemplo. 

En verano, y en según qué ciudades del país, el calor puede ser realmente agobiante por lo que recomendamos que el look sea fresquito, ligero y cómodo para que no vayas sufriendo.

Si la boda es de día, deberás llevar vestido corto o por debajo de la rodilla pero largo no, salvo que seas la madrina o dama de honor. Eso sí, esta regla es de protocolo por lo que puedes cumplirla o no. 

El segundo paso es conocer el tipo de boda al que vas a asistir. Si va a ser religiosa y se oficia en la iglesia tienes que tener especial cuidado con los escotes. En caso de que sea civil hay mayor, total libertad.

El sudor, la gran preocupación. En el caso de que suelas sudar con facilidad, elige tejidos como la seda, el lino o el algodón. Son perfectos para evitar o disminuir.  Ten cuidado a la hora de elegir el tipo de telar y el color, pues en función del color, el sudor puede quedar marcado. 

También nos llevamos la preocupación del sudor al maquillaje y al peinado. Utiliza maquillaje a prueba de sudor y peinados que no varíen mucho en caso de que se humedezcan. 

Además, una opción por si el maquillaje te va desapareciendo es que lleves una bolsita con ciertos productos de belleza para que puedas retocarte en cualquier momento. 

Por último, si echamos un vistazo a las tiendas de ropa veremos que los colores por excelencia para este verano son, el naranja, los rosas y morados y el amarillo. ¡Sé atrevida y dale un color espectacular al look de invitada! ¡Irás guapísima!