Es lo primero primerísimo que tenéis que pensar antes de empezar a organizar nada.
El presupuesto de una boda es lo más importante a tener en cuenta. Éste te dará todas las pistas para saber qué camino es el que debes elegir para comenzar a organizar.
En el blog de hoy te damos algunos consejos para saber cómo hacer el presupuesto de una boda:
Sé realista
Habla con tu pareja y decidid qué dinero es el que podéis y queréis gastaros. El mejor consejo que os podemos dar es que hagáis una boda que podáis permitiros. No hagáis cosas por encima de vuestras posibilidades porque cualquier contratiempo os puede jugar una muy mala pasada.
Contad con vuestros propios fondos
Pensad en el dinero que tenéis vosotros. Y si vuestros padres os van a dejar también. Esto es con el único dinero que debéis contar. No contéis con el regalo de las personas porque no sabéis cómo van a responder. Si después de pagar todo, los invitados tienen detalle con vosotros…¡eso que os lleváis! Pero no contéis desde un principio con ese dinero.
Creaos un Excel
Esto os ayudará un montón. Detallad el concepto de cada uno de los gastos. Pensad en absolutamente todo. Por poco que os parezca, al final todo suma y no tener estos aspectos en cuenta puede hacer que luego os llevéis una sorpresa. Pensad en la ceremonia, decoración, fotógrafo, detalles de invitados, música, buses, convite, etc.
Haced una estimación de costes
Esto es a grandes rasgos, porque todavía no sabrás los precios reales. Pero pensad en cada uno de ellos. Y todo esto os ayudará a saber qué priorizar, qué quitar, qué añadir, qué modificaciones hacer. Es muy importante que tengáis controlados cada uno de los gastos que vais a tener.
Cread lista de prioridades
Tened en cuenta las cosas que queréis tener sí o sí y en las que más queréis invertir. Esto os ayudará a descartar otras o a darles menos valor para así poder tener las prioridades.
Sed flexibles
En muchas ocasiones buscamos las bodas que vemos de los famosos o influencers y tenéis que saber que esa no es la realidad. No os cabreéis cuando haya cosas que no podáis tener. Buscad otra manera de plantearlo y tened la mente abierta. Siempre hay alguna alternativa más económica y si no la hay, dejadla caer. Los invitados valorarán lo bien que se lo pasen, nada más.