La llegada del invierno no solo trae el cambio de horario, el frío o los pijamas gordos
El invierno es capaz de convertir las últimas semanas del año en una celebración con la Navidad. Además, nos impulsa hacia un año nuevo lleno de ilusiones y de propósitos.
Y aunque pueda parecer extraño, el invierno también aparece lleno de ventajas para celebrar una boda. Casarse en invierno es una de las decisiones que puede convertir a una celebración nupcial en una boda totalmente diferente.
Seguro que estáis pensando en el frío. Pero no. Hay que dejar de lado los pensamientos negativos porque casarse en invierno tiene muchas, pero que muchas ventajas.
1. Una boda de autor
Una de las principales ventajas que tiene casarse en invierno es que la boda puede ser más personal que nunca. Por ejemplo, con los vestidos. El frío permite que el vestido de novia tenga un mayor margen de maniobra: manga larga, complementos que el calor del verano no permite utilizarlos, prendas que dan un toque de perfección…
Lo mismo ocurre con el traje del novio o con la vestimenta de los invitados. Un abrigo diferencial que sirve de aderezo al traje más especial del mundo, vestidos de noche que tenemos guardados en el armario…
2. Evita los agobios de las fechas
Casarse en invierno también permite un mayor margen de maniobra en lo que a fechas se refiere. La agenda de bodas recibe un respiro que podéis aprovechar para celebrar vuestra boda. Una gran ventaja para poder organizar la boda que siempre habéis soñado.
3. Di ‘no’ al calor
Es una obviedad, pero no por ello es menos importante. Casarse en invierno evita esas imágenes de hidratación constante para combatir el calor extremo que nos abraza durante todo el verano. ¡Haced disfrutad a vuestros invitados con una boda sin calor!
4. Un menú de 10
Otra ventaja de casarse en invierno tiene que ver con el menú. Al evitar las altas temperaturas se puede jugar con un mayor abanico de posibilidades a la hora de comer o cenar. Todos los platos serán bienvenidos, incluso las recetas típicas del invierno.